Se ha
hablado mucho de las diferentes formas de liderazgo que existen y que una persona puede desarrollar para explotar su
potencial personal y el de las personas de su equipo, pero a decir del autor
del libro “Greater Than Yourself”, Steve Farber, hay un tipo
de “liderazgo extremo” que se da en situaciones
límite y que lleva a las personas a dar más de lo que creen posible y a romper sus
miedos.
Algo como
lo que hicieron los sobrevivientes del Accidente de los Andes en
1972. “Nuestra historia es una historia netamente de recursos humanos y
liderazgo, si no hubiera sido por el trabajo en conjunto y la fuerza que le pusimos
para hacer bien nuestro trabajo, no hubiéramos podido salir de los Andes”,
aseveró Carlitos Páez, sobreviviente del accidente aéreo uruguayo durante una ponencia
en el 46° Congreso Internacional de Recursos Humanos de la Asociación Mexicana
en Dirección de Recursos Humanos.
El 13 de
octubre de 1972 el vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya, con 40 pasajeros
relacionados con un equipo de Rugby y cinco tripulantes, se estrelló en la
cordillera de los Andes entre los límites entre Chile y Argentina. Los
sobrevivientes del accidente se mantuvieron con vida por 72 días luego de que
se cancelara la misión de rescate. Fue gracias a que dos de sus miembros, Nando Parrado y Roberto Canessa, cruzaron la cordillera que al
final pudieron ser salvados.
Según
Farber, este tipo de liderazgo extremo hace
que la persona venza sus miedos para lograr el arte de transformar el mundo más
allá del título profesional que se posea y haciéndolo un día a la vez. Sin
embargo, hay situaciones extremas que hacen que las personas desarrollen
características de liderazgo que a veces es muy difícil forjar en una situación
normal. Maze, empresa de coaching para equipos de
trabajo, define una situación extrema como aquel conjunto de circunstancias que
se aparta de la rutina normal, y que puede implicar la incertidumbre, el
riesgo, presiones de tiempo y la toma de decisiones críticas que podrían
significar la diferencia entre la vida y la muerte. El sitio Magic of Teams
destaca que se pueden obtener lecciones de liderazgo
importantes de crisis como la de los Andes o la odisea de Sir Earnest Shackleton y sus 27 hombres durante dos
años en el Polo Sur.
1. Pon a tu gente en primer lugar: debes recordar que, por ser jefe,
debes ser el primero en servir. Durante la odisea de los uruguayos en la
cordillera de los Andes, el capitán del equipo de rugby, Marcelo Pérez, tomó la
responsabilidad de los sobrevivientes, empezó a organizar el racionamiento de
la comida y las labores necesarias para mantenerse con vida. Cabe destacar que,
en ese momento, Pérez no tenía más de 25 años.
2.
Ser flexible con las tácticas: es posible que tu equipo tenga un
objetivo del que no se puede despegar, pero recuerda que no existe sólo un
camino para lograrlo. Aunque el motivo de supervivencia era primordial para los
sobrevivientes de los Andes, los chicos tuvieron que tomar decisiones
terriblemente difíciles y que sabían serían difíciles de interpretar para el
mundo exterior. “La nuestra, es una historia donde desafiamos el “No”.
Primero recibimos un “No” cuando el avión se cayó; cuando cancelaron la búsqueda
empezamos a plantearnos la manera de rescatarnos a nosotros mismos y luego
cuando la avalancha nos dio el último de los golpes, nos reusamos a morir”,
aseguró Páez en su conferencia.
3.
Elige a tu gente con cuidado: es indispensable elegir a las personas
indicadas para los trabajos correctos. Los miembros del equipo de rugby eran
muchachos universitarios que atendían diferentes carreras, de tal suerte que
cada uno empezó a ayudar como podía. Se dividieron en dos equipos, los
expedicionarios, que buscaban rutas de salida, y los trabajadores, los que se
encargaban de la supervivencia diaria. “Había tres estudiantes de medicina y
ellos asumen su rol como médicos y lo hacen de tal manera que se empiezan a
convencer que son médicos. Roy Harley era estudiante de ingeniería de primer año,
él fue el que armó la antena para escuchar el radio. Adolfo Strauch inventó una
manera de caminar en la nieve y lentes obscuros. Empieza a ejercer como
inventor y se empieza a creer que es inventor”, dijo Páez.
4.
Mantener el optimismo frente a la adversidad: es indispensable saber mantener
vivo el espíritu de tu equipo en los momentos de crisis para evitar el
derrotismo. “Antes del día 10 estábamos en actitud de espera, pero cuando
avisaron que cancelarían la búsqueda, Gustavo Nicolich me dijo: ‘Te tengo una
buena noticia, ya no nos buscan. Eso quiere decir que ahora dependemos de nosotros
y no de los de fuera para vivir’”. Carlitos Páez, el más joven de los
sobrevivientes, también
se encargó de celebrar el cumpleaños de los jóvenes que le acompañaban. ” Me
preguntaban qué sentido tenía. Yo les decía que mientras estuviéramos con vida,
había que celebrar”, dijo Páez en el congreso de la Amedirh. De igual manera,
entre los sobrevivientes se apoyaban para mantener el ánimo y hacer que los que
se rendían, comieran y siguieran luchando.
5.
Luchar por la igualdad de trato: en la odisea de los Andes se destacó
la habilidad de los sobrevivientes para trabajar en equipo. Carlitos Páez
remarcaba que la clave estuvo en respetar los trabajos de cada uno, en saber
sacrificar en nombre del bien de todos.
6.
Predicar con el ejemplo: es saber que lo que le pides a tu equipo es lo
mismo que tendrás que entregar tú, sin importar tu rango. La historia de los
Andes es considerada un gran milagro por los grandes sacrificios que los jóvenes
tuvieron que hacer por igual, sin importar historia, condición social. “La gran palabra de nuestra historia es Actitud cuando dejamos de sobrevivir y esperar un
rescate, empezamos a vivir. Cuando se toma una decisión, por difícil que sea,
se abre una oportunidad”, aseveró Páez.
Para conocer más de la
historia, te recomendamos el documental “Stranded” de la BBC.
Expone: Revista Alto Nivel (2011)